Familia destaca por elaborar pesebre gigante cargado de simbolismo
Oficina del Adulto Mayor de la Delegación Municipal visibilizó su historia como cierre del 2020 marcado por la pandemia y un mensaje esperanzador para el 2021 y cómo esta tradición se podría replicar en el resto de la población.
Para la familia Becerra Palomo el 6 de enero es tan importante como el 24 de diciembre con la llegada de la navidad. Para la señora Oriele (79) y Andrés (81) es el momento de comenzar a desarmar el “nacimiento” que comenzó a decorar a principios de diciembre. Es la celebración de reyes y donde nuevamente son protagonistas de una instancia simbólica. Pero, en el caso de esta familia que vive en calle Colombia en Las Compañías donde llegaron desde Calama hace siete años, no es un retablo común. La señora Oriele lo heredó de su madre y ocupa gran parte del living de su inmueble y destaca por su belleza. “Como era la mayor, mi mamá me dijo ‘te entrego el nacimiento para que sigas con la tradición’ y acá estamos y Dios dirá quien seguirá, alguno de mis hijos o nietos”.
La historia de esta familia fue reconocida y destacada por la oficina del adulto mayor de la Delegación Municipal de Las Compañías como un símbolo de esperanza en medio del 2020 marcado por los efectos de la pandemia del coronavirus y que golpeó fuertemente a los adultos mayores. Participamos de esta ceremonia la tarde del 6 de enero de 2021 junto a su familia e integrantes del Club del Adulto Mayor Rayito de Luna.
Oriele y Andrés llevan 58 años de casados y han vivido en diferentes partes del norte del país. Incluso, estuvieron en Argentina, pero en ningún caso abandonaron esta labor. Al contrario, la fortalecían con nuevos adornos y elementos. “Me llevé mi nacimiento y tengo fotos donde lo hice allá (país trasandino), posteriormente nos fuimos a Mejillones y seguimos con el pesebre y ahora estamos en Las Compañías y continuamos”. La actividad se ha convertido en un ritual donde participa todo el grupo familiar. “Es la creencia en Jesús y que hay un ser supremo que nos guía y que año a año puedo armar y me siento feliz por ello, además que lo hacemos con nuestros hijos. Es un trabajo de más de una semana para armarlo y casi siempre partimos el 6 de diciembre”.
DESAFÍANDO A LA TECNOLOGÍA
Don Andrés nació en Calama y destaca que en el norte este ceremonial es potente. “Se acostumbra mucho a adorar al niño Dios todos los años. Cuando estaba joven había unos 12 pesebres en diferentes lugares. Incluso, los bailes religiosos le cantan y bailan. Es una costumbre que está muy arraigada en Calama, pero desgraciadamente por el modernismo, se está perdiendo”, advierte.
Su hijo, Hugo Becerra Palomo reconoce estar orgulloso de lo alcanzado hasta ahora, “sabemos que son varios días en que hay que estar limpiando y arreglando, pero nosotros le tomamos un real sentido a la navidad, además que esto nos identifica como familia”, resalta.
De hecho, confiesa que los ha unido para enfrentar los tiempos difíciles. Uno de los más fuertes fue cuando enfrentaron el incendio de la casa. “La mamá estaba muy mal, pero nos esforzamos para que estuviera lista en diciembre para instalar el árbol en algún lugar, es por ello que esto es un rito donde todos colaboramos y es parte de nuestra vida”, reitera.
Su hermana Ivón igualmente resalta que la iniciativa ha ido creciendo, “porque todos los años se le agregan juguetes y adornos que perdurarán en el tiempo y cada vez se trata de dejarlo lo mejor posible. Hay objetos que están desde que mi madre era pequeña”, profundiza.
No desconoce que le gustaría que esta forma de realizar pesebres se pudiera extender en La Compañías para fortalecer la unión familiar. “Lamentablemente con la tecnología que vivimos actualmente todas estas tradiciones se han ido perdiendo porque los niños y jóvenes están metidos en la tecnología y no toman el valor de armar un ‘nacimiento’”, se lamenta.
Isabel León Tapia es presidenta del Club Adulto Mayor Rayito de Luna de Las Compañías y dice sentir orgullo por la forma que esta familia encara la navidad. “Maravilloso, en un momento vine con mis nietos y quedaron maravillados del pesebre. Hay que tener fuerza de voluntad para poder hacer esto tan lindo”, exterioriza.
La misma reacción tuvo la tesorera de la agrupación vecinal, Estela Phillips, “primera vez que veo un pesebre tan grande y hermoso. Me llamó la atención porque no lo he visto en otras casas. Siempre el nacimiento lo colocan en el suelo y pequeño. Hay que tener una paciencia única”, enfatiza.
Yasna Contreras, encargada del área del adulto Mayor de La Delegación de Las Compañías valora principalmente la dedicación y participación familiar en el desarrollo de la actividad navideña que parte en diciembre y termina en enero. “Ellos han pasado por diferentes dificultades, pero el amor y la unión ha prevalecido en la familia. Además, de la perseverancia y resistencia y con esto queda demostrado que las creencias y tradiciones llevadas con amor son posibles y ojalá se puedan transmitir a muchas generaciones más. Estamos tan faltos de fe, sobre todo en estos tiempos de pandemias, que todas las cosas que nos puedan motivar para ser mejores personas son importantes”, puntualiza.