Tradicional vendedor de empanadas y antenas será homenajeado en día del padre

La Delegación  Municipal  de Las Compañías prepara un  reconocimiento a una  serie de personajes de Las Compañías entre los que destaca don Bernardo Aliro Campaña quien partió recorriendo  el sector ofreciendo artefactos para televisores que él mismo fabricaba en los ’70 y los ’80 y hoy, a sus 86 años, vende en calle Esmeralda el típico producto nacional  en medio del reconocimiento de la población.

En el sector de Las Compañías todos conocen a don Bernardo Aliro Campaña (86). Su boina azul marino es inconfundible. De la misma manera su bicicleta que adquirió  en la tienda Sergio Galleguillos en el centro de La Serena (calle Cordovez  esquina Balmaceda donde hoy está Ripley). Actualmente sigue con la tradición de vender  empanadas de horno que él mismo fabrica en su hogar de calle Baquedano al llegar a Lautaro. La tradición la heredó de su madre. “Aprendí mirando, hasta que me fui solo”, nos confiesa. Esta labor le ocupa  gran parte de su tiempo. Incluso, se levanta a las 04: 00 de la madrugada para hornearlas  y posteriormente el trabajo continúa con la venta.

Por las mañanas las ofrece en las afueras de la panadería Las Delicias  ubicada en calle  Esmeralda entre Monjitas y Teniente Merino, propietarios de los cuales dice estar agradecido y por  las tardes recorre la población en diferentes puntos visitando su propia clientela.

Aunque nació en el sector de Agua Grande, una localidad rural de la comuna de La Higuera, su infancia la pasó en La Compañía Baja y por razones  laborales  ha residido en diferentes ciudades del país. Antofagasta fue una de ellas y llegó cuando  realizó el servicio militar, “y me quedé un buen tiempo”, rememora. En esta zona trabajó en las salitreras desde 1957 hasta 1963. “En Pedro de Valdivia me desempeñe en las máquinas donde procesaban este mineral, después me enamoré y me quedé en Antofagasta”,  advierte.

Pero, admite que siempre sus expectativas estaban puestas en volver a su tierra y lo concretó en 1973 iniciando una vida llena de actividad social y solidaria. “Donde he  estado he sido querido, aquí vendo con permiso y me apoya la Municipalidad”, resalta.

Provisto de su boina don Bernardo recorre las calles de Las Compañías vendiendo empanadas

 ANTENAS CON INGENIO

Don Bernardo antes de ser conocido por  las empanadas se le identificaba como un singular  constructor y vendedor  de antenas para televisores. A pesar de que  en Las Compañías los aparatos eran escasos, en un momento se produjo una irrupción, pero se debía tener una buena antena para contar con una recepción de la señal óptima. Reconoce que no tenía idea de cómo fabricarlas, pero aprendió rápido. “Me compré unos libros  y comencé a elaborarlas, me aprendí las medidas de memoria”, puntualizó.

Su imagen se hizo popular recorriendo las polvorientas calles con una serie de tubos de aluminio que cargaba en su bicicleta. Esta labor no la ha abandonado del todo y perfeccionó hasta la técnica. A pesar  de la tecnología que actualmente están dotados los televisores reeconoce que aún llegan a su domicilio personas para que le confeccione estas estructuras.

 “He hecho prácticamente de todo. Además que trabajo desde los 8 años. Soy una persona muy activa. En las antenas trabaje muchos años, también enceré casas para mantener a mi familia, siempre luchándola. No tengo descanso y estoy firme todavía. El trabajo me permite  distraerme. La gente me quiere, me siento feliz y me da vida. Ahora, (en medio de la pandemia) casi no he hecho  cuarentena  porque me vine a trabajar”, remarca.

COMEDOR SOLIDARIO

Pero, su historia también está conectada con un lado social poco conocido, pero que la Delegación Municipal ha logrado rescatar por su importancia solidaria y para que fuese conocida por las nuevas generaciones.

Yasna Contreras, encargada de la Oficina del Adulto Mayor, resalta que la historia de don Bernardo es significativa para Las Compañías. “Se inició con un comedor abierto donde junto a su esposa Olga Vilches Carrizo recibía a mucha gente de calle con un amor infinito.  Funcionó hasta el 2003 y luego, por la enfermedad de su cónyuge, lo dejó de atender, pero siempre ha estado vinculado con la comunidad y es muy querido en el territorio y reconocido por la gente porque tiene un corazón  muy bondadoso. El que esté  haciendo empanadas, también lo ha hecho muy conocido porque lo aprendió de su madre y fue practicando en el día a día,  mejorando la receta y las vende hace más de 50 años en este sector. Se le han ofrecido algunas cosas, pero él dice que no. Que su vida está  en las empanadas, porque el ingrediente preferido es el cariño que le pone a la receta de su madre”, subraya.

Es por ello que la Delegación Municipal de Las Compañías reconocerá  a todos los hombres que tienen una historia, “y han ido construyendo igual este lugar. Este homenaje significativo se efectuará en el  Día del Padre. Es un legado histórico que se quiere perpetuar en  el sector”, enfatiza.

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