El sello dirigencial que distingue a María Eugenia Pastén
Desde la presidencia de la Junta de Vecinos Esmeralda de Las Compañías ha logrado sacar adelante una serie de proyectos, donde la recuperación de la plaza Bicentenario con la instalación de árboles se ha convertido en uno de sus mayores orgullos.
La señora María Eugenia Pastén es una apasionada de la dirigencia vecinal. Lleva sólo un periodo como presidenta de la Junta de Vecinos Esmeralda de Las Compañías, pero siente satisfacción por los objetivos alcanzados.
Dice estar sorprendida por el reconocimiento que le efectuará el municipio de La Serena, a través de la Delegación de Las Compañías y la Oficina de la Mujer y Equidad de Género, en el marco del día internacional de la Mujer. “Pero, orgullosa a la vez porque quiere decir que estoy haciendo bien el papel como dirigenta social…A mí me gusta ayudar y la labor social, la hice como socia y pobladora”, recalca.
Vive en Las Compañías hace cinco décadas luego de llegar del Valle de Elqui a los 14 años. Aunque reconoce estar consciente de la imagen que por décadas proyectó Las Compañías, está convencida que las poblaciones, “la hacen las personas. Mi barrio es muy bueno, desde que llegué a vivir a este territorio hace 37 años no he tenido problemas con ningún vecino, todo lo contrario. He tratado de ayudarlos, sobre todo ahora como dirigenta vecinal”, manifiesta.
Comenzó como secretaria de un club del adulto mayor, “y me fue gustando, uno va conociendo gente y posteriormente me eligieron secretaria de la junta de vecinos y luego me propusieron como presidenta. La misma gente me reconoció el trabajo”, enfatizó.
Admite que la dirigencia vecinal, “me relaja, a pesar de los problemas que pueden haber. No tengo dificultades con nadie y no soy conflictiva, pero voy directo y trato de ser lo más pasiva para decir las cosas ”, puntualiza.
LOGROS TANGIBLES
Hasta ahora han conseguido desde la sede vecinal, instalación de cámaras de seguridad, hasta la recuperación de un sitio eriazo que luego se transformó en la plaza Bicentenario. Confiesa que es su mayor orgullo. “Logré conseguirme arbolitos. En principio acarreaba agua en botella para regarlos y el jardín lo hicimos con las socias. El lugar se ve más verde y acogedor y dan ganas de ir a sentarse en la tarde”, resalta.
Con dedicación asegura que lograron empoderarse de este lugar de esparcimiento, “ya estaba tomada por los alcohólicos, pero logramos empoderarnos de este espacio”. Incluso, ella misma dialoga con las personas que no hacen buena utilización de este lugar. “Además, durante el año de pandemia hicimos una feria de emprendimiento con la gente del sector y para fin de año efectuamos una pequeña feria navideña”, profundiza.

En la obtención de logros advierte que el apoyo de la autoridad municipal ha sido clave. “El alcalde (Roberto Jacob) me quiere mucho porque sabe que soy luchadora. Por ejemplo, todo esto de las mesas y sillas (de la sede vecinal), lo he logrado con la alcaldía, a través de las subvenciones. No tengo nada que decir porque todas las peticiones que le hemos hecho al alcalde se han logrado”, subraya.
Dentro de los proyectos futuros destaca que está el desarrollo de una huerta familiar. “Para que le sirva a la gente de entretención e, incluso, para que tengan una hierba para una agua de monte. Que tengamos una recreación, porque esta Junta de Vecinos es de puros adultos mayores, aunque he tratado mucho de integrar a gente joven, pero pocos se interesan, pero ahora hay varias personas nuevas que se han venido a inscribir”, adelanta.