El apoyo solidario que María Seura entrega a los adultos mayores
El municipio de La Serena destacó en el día de la mujer a esta residente de Las Compañías que se desvela por cuidar a personas de la tercera edad y todo aquel que necesite un apoyo. Su historia es diga de ejemplo.
“Nunca pensé en mi vida recibir un reconocimiento de estas características, porque he trabajado siempre de voluntaria y nunca digo no”. Con estas palabras la señora María Estela Seura reaccionó ante el reconocimiento que le efectuó la Municipalidad de La Serena, a través de la delegación de Las Compañías y la Oficina de la Mujer y Equidad de Género el 10 de marzo de 2022 en la conmemoración del día internacional de la mujer.
Su historia es digna de elogios. Ha estado marcada por el dolor, pero también la esperanza y el optimismo. Vive en Las Compañías desde 1985 en el loteo Las Rosas luego de llegar del mineral El Salvador. Durante años ha realizado una labor anónima centrada en el cuidado de los adultos mayores. “También soy adulto mayor, pero estoy en mejores condiciones (risas)… ayudo a todo aquel que necesite de mí. Si alguien no tiene comida, voy a dejarle alimento. Lo mismo si un adulto mayor requiere ir a la posta o cualquier cosa. Ahí estaré siempre”, remarca.
No obstante, reconoce que esta labor la ha puesto más sensible. De hecho, se emociona al recordar el apoyo que entregó a una anciana que falleció. Su recuerdo aún le conmueve.
Reconoce que este espíritu solidario le nace del alma. “Lo he llevado siempre, me gusta ayudar. Antes que me casara ya andaba con el botiquín (remedios)”. Igualmente desde joven asistía a la acción católica y colaboraba en la preparación de la catequesis en el campamento minero.
RODEADO DE CARIÑO
Pero, la mayor prueba de solidaridad y empuje lo experimentó al interior de su propio hogar. Cuidó a su marido, Abel Monardez que con el tiempo quedó postrado durante 15 años. “La gente de la población sabe lo que fue mi vida, pero siempre adelante y con la mayor voluntad de estar con aquel que me necesita. A veces mis hijos me dicen, ‘mamá, ya está bueno, déjalo, para eso las personas tienen familia’, pero les respondo, que no puedo. No puedo decir que no ”, subraya.
Es una convencida que debiese existir mayor solidaridad, sobre todo cuando las estadísticas establecen que en Chile los adultos mayores aumentan cada año. “Todo nace de la buena voluntad y de tener empatía con las demás personas. El que tiene como hacerlo y no lo realiza es egoísta”, puntualiza.
Pero, insiste que se declara feliz. Llegó a la premiación el viernes 10 de marzo junto a dos adultos mayores que protege y acompaña sagradamente: Georgina Gajardo y Estrella Adonis. “Tengo una agrupación que me ayuda con cajas de mercadería y pañales”, enfatiza.
Ambas observaron la premiación en primera fila y destacaron el esfuerzo y dedicación. “Sin ella nosotros no somos nada. Vive preocupada de nosotros y nos llama por teléfono para saber cómo estamos”, coinciden.
Dice no estar cansada. “Porque no es todos los días (labor social), sino que cuando me necesitan”. No alcanza a terminar la frase. La vuelve a inundar la tristeza. Se recuerda de los adultos mayores que cuidó con esmero y fallecieron. “Es gente con la cual vivimos mucho tiempo juntos”, manifiesta con pena.