Camino Islón: Pavimentando la ruta de la consolidación
La historia del club que tiene como símbolo un león en sinónimo de garra y fuerza está ligado a la calle del mismo nombre donde a finales de la década del ’50 llegó un grupo de familias del sector de Apatitas El Sauce, entre ellos los Juica Villarroel, quienes fueron claves en su desarrollo y vigencia.
La familia Juica Villarroel está directamente ligada con el nacimiento del club Camino Islón a finales de la década del ’60. Unos años antes habían llegado a un sector de Las Compañías un grupo de familias que provenía del área de Apatitas El Sauce.
Don Fernando Juica está entre los baluartes. Actualmente tiene 83 años y vive en calle Colombia con Avenida Islón. “Todos en el club lo quieren y corren a ayudarlo cuando llega a la cancha. En estos momentos es el pilar de nosotros y el referente que tenemos los jugadores”.
Se le conoce como ‘el cola de perro’, inscripción que le han grabado en los gorros y poleras que le han regalado. El domingo 23 de octubre de 2022 los propios jugadores le cantaron el cumpleaños feliz por sus 83 años.
En su casa muestra con orgullo una antigua fotografía donde aparece junto a la directiva que en 1976 integraba él como presidente, María Villarroel, Ramón Contreras, Alberto León y el director de prensa de apellido Torrejón. “Cuando llegaba de mi trabajo encontraba en la calle a todos mis leones y cachorro jugando a la pelota y les gritaba, ‘llegó el presidente’ (…) Formamos el club entre todos, mi mamá, papá y todos los familiares. Es muy lindo y efectuamos muchas horas sociales y tenemos más de 50 años de historia. Por ejemplo, en un momento salimos ocho años campeones en forma consecutiva”, confiesa con convicción, mientras se da el tiempo para recordar cómo era el territorio cuando llegó en la década del ’50.
Don Fernando igualmente aprovecha de desclasificar la historia del grito de la institución y que está directamente relacionado con los productos Calaf. Recordó que en su momento salían unos paquetones de calugas, “y cuando ganábamos el grito de Camino Islón eran ‘a las calugas calaf, a las calugas calaf… Camino Islón no hay más, cale campeón, dale campeón’ y después todos me decían por qué le hacíamos reclame y les respondía que era porque le daba calugas a los cabros”.
Su hermano Gabriel recuerda que el club nació por una inquietud de un grupo de jóvenes de la época, “que practicábamos la pichanga del barrio y la inquietud de los más jóvenes de formar un club deportivo y lo conforman la familia juica, Carmona, Yáñez, Berenguela y la familia Plaza y el nombre fue en honor a la calle que si bien hoy es una avenida en aquel tiempo era de tierra”, resume.
Para Rubén Rivera la vinculación con el Club Camilo Islón ha sido de toda de su vida. De hecho, la pasión viene de familia. Su padre del mismo nombre igualmente es una figura reconocida al interior de la institución. “Fue conocido como el ‘chatito mono’ y falleció hace más de tres años”, subraya.
La institución surgió en el entorno de las calles Estrella, una incipiente Vicente Zorrilla y la hoy avenida Islón que era sólo de tierra. “Empecé jugando en las infantiles, juveniles hasta que ahora soy el técnico del equipo de segunda (…) Esto es familia, barrio y se siente alegría, gozo de ver jugar a los hermanos, sobrinos y a los hijos después, estamos ligados”.
José Aguirre actualmente es el coordinador del club y está ligado desde hace 16 años, “llegué a la serie segunda y desde ahí en adelante he hecho mi vida en el club. Con mi pareja tenemos dos niños pequeños y se han criado acá, por lo que más que un club es una familia”, refrenda.
LA MARCA DE LA GARRA
Otro de los hechos que destaca al club es el símbolo del león que está en sus camisetas, “es el rey de la selva y nosotros nos creímos los mejores y nuestro escudo nos hace ver de la forma cómo jugamos a la pelota: con fuerza, pasión y pachorra y que es la idea que queremos transmitir a los menores y decirle que nuestro escudo es lo esencial para nosotros, ya que el león demuestra fortaleza”, recalca Aguirre.
Con 35 goles en la temporada 2022, Alán Miranda está entre los principales artilleros del club, aunque una lesión lo mantiene marginado de las canchas. No oculta el cariño que le posee al club. “Estos colores son los que me representan y he jugado desde los 14 años y siempre en el barrio, además que es el equipo donde jugó mi padre (fallecido), por lo que siempre jugaré en él y dejaré la vida por los colores de Camilo Islón”, refuerza con mística.
En su momento se proyectaba en el profesionalismo, “pero faltó esa perseverancia de estar ahí y ser constante y mi hermano Rubén fue el que me incitaba a ir a probarme en un club, lo hice en Coquimbo y quedé seleccionado en mi categoría”, recuerda.
LOS ASTROS DEL FUTURO
Junto con trabajar en la consolidación del recinto deportivo que lleva el nombre de Fernando Juica, los dirigentes de Camilo Islón que dirige Guillermo Bruna están empeñados en potenciar las series infantiles. “Lograr cosas con la canterita, sobre todo cuando hay chicos muy buenos que están creciendo y se están formando y lo ideal es que de aquí puedan salir profesionales y puedan lograr sus sueños y anhelos y estamos trabajando para eso”, enfatiza Rubén Rivera.
Aguirre destaca que la academia es Campeones del Mundo y dirigida por Luis Araya, “y trabaja muy bien con los niños y apoderados, es la juventud de Camino Islón”, explica.
Don Fernando Juica con 83 años resume el itinerario que deben seguir las nuevas generaciones. “No hay ningún club como Camino Islón y se los digo a todos en el sector de Las Compañías, en mi caso voy a morir por Camilo Islón”, remata con fuerza y convicción.