Grupo Tupak Amaru participa en segundo capítulo de Sesiones Musicales

La presentación de la agrupación integrada por Solano Jorquera y sus hijos Ángelo y Amaru se grabó en el patio de la Casa de la Cultura de Las Compañías  y será difundida por las diferentes plataformas digitales de la Municipalidad de La Serena.

El grupo musical  Tupak Amaru fue el protagonista de la grabación del segundo capítulo Sesiones Musicales que organiza la Casa de la Cultura de Las Compañías. La actividad se desarrolló en el patio del recinto la tarde del miércoles 17 de febrero de 2021 con el apoyo técnico de profesionales de la Municipalidad de La Serena.

Álvaro Valero encargado  de la Casa de la Cultura destacó el trabajo que viene desarrollando la agrupación en el sector de Las Compañías  y  que  poco a poco se abren camino en la actividad artística. “Sabíamos de su existencia porque, además, participaban en los Lakistas  que proyectan música andina y con instrumentos  de viento, trompetas y bombos y le dan bastante vida a la comunidad”. Es por ello que el 2020  los invitaron a participar en el evento  Guitarras para Víctor Jara, “y Tupak Amaru fueron uno de los primeros que quisieron participar  y desde esa fecha en adelante hemos generado una relación de amistad donde los invitamos a participar en actividades generadas como Casa de la Cultura de Las Compañías y para estas Sesiones Musicales también nos dijeron que sí”.

ÉNFASIS FAMILIAR

Una de las particularidades del conjunto es que van rotando de director. En los cinco primeros años fue Solano Jorquera y actualmente es su hijo Ángelo. “Y esperamos que en un par de años más dirija Amaru, porque todos somos capaces de llevar esta pequeña banda familiar. Es bueno que todos sepamos de todo y hagamos de todo Y pasemos por  los diferentes puestos”,  resalta Solano.

Admite que el objetivo de la banda es aterrizado y centrado en proyectar la unión familiar. “No aspiramos a tener beneficios monetarios, porque seguirá funcionando aunque  yo no exista. Con la Karola (su esposa) estamos a la espera de los nietos”, recalca.

Están próximos a cumplir ocho años de trayectoria, “empezamos muy básico. En la primera  Peña  en que participamos Amaru tenía cuatro años. Era un proyecto  entretenido, entre Los Picapiedras y Los Pujillay, pero con el tiempo fuimos creciendo y los chiquillos fueron adquiriendo y probando más y nuevos instrumentos. Además, conocimos más amigos y músicos y se vivió  una evolución”.

Amaru es el más pequeño.  Tiene 11 años. “Me siento bien porque he  evolucionado en lo artístico  y musicalmente también. Me gustaría seguir en el grupo y llegar a más partes y ser más reconocido. Además, me siento más cómodo con mi familia en el modo de tocar, ellos me enseñaban y también aprendí mirando y escuchando”.

La sesión musical fue grabada en el patio de la Casa de la Cultura de Las Compañías

INSPIRADO EN EL CONTENIDO SOCIAL

Solano explica que su estilo nace del folclor, “y pasa rápidamente a la canción social y donde nos hemos desempeñado en el último tiempo. Hacer cultura es caro y todo lo evolucionado es autogestión y a puro ñeque,  participando, por ejemplo, en ferias costumbristas y realizando actividades en nuestro patio como peñas folclóricas para financiarnos y también algunas presentaciones en pubs. Toda la indumentaria, vestimenta e insumos que debe tener una banda lo hemos financiado nosotros”, argumenta.

Es por ello que destaca la oportunidad de participar en este tipo de sesiones musicales como las organizada por la Casa de la Cultura de Las Compañías.  “Porque grabar también es un poco caro y no está a nuestro alcance hacer registros seguidos  o anuales para dejar una huella de cómo vamos evolucionando, creciendo los chicos o cómo me voy envejeciendo. Pero  esta oportunidad la tomamos porque nos sentimos parte del territorio de Las Compañías. Somos vecinos  que circulamos por sus calles. Es importante  que existe un espacio para la cultura y la Municipalidad nos de la mano,  es por ello que invitamos a todos los vecinos  que puedan  reproducir este trabajo  que llegará a través de las redes sociales y queremos agradecer a la Casa de la Cultura”.

Ángelo coloca acento en la unión familiar, “mientras más tiempo tocamos nos vamos afiatando y conociendo. La evolución de Tupak Amaru es poco musical, pero sí estructural. Dependiendo de quien dirija irán surgiendo nuevas técnicas, porque partimos tocando algo muy similar a Sol y Lluvia y en algún momento me introduje en una batucada y fuimos evolucionando”, argumenta.

 Sobre el futuro su posición es clara. Asegura que el grupo, “no tiene una expectativa de llegar a tocar en el Festival de Viña del Mar o darse una vuelta por Europa, Tupak Amaru es una banda popular que quiere apoyar al pueblo, no podemos abandonar la lucha. Es muy bonito el proyecto familiar, al final lo que hace es reactivar lazos y reconocer a los ancestros. Puede ser igualmente a través de la pintura o el trabajo, todo es un arte. Es bonito que pase en generación en generación, porque le da identidad a la familia y al lugar. Además, me gusta que siempre nos reconozcan en Las Compañías porque somos de acá”, exterioriza.  

La madre de Ángelo y Amaru, Karola Chávez confiesa sentirse orgullosa de lo alcanzado por la agrupación. Los acompaña  a todas las presentaciones y se preocupa igualmente de cada detalle. “Soy la fans número uno de los Tupak Amaru, orgullosa de los niños y de lo que han formado. Solano (su esposo) siempre decía que quería hacer música con sus hijos  y uno no sabía si realmente lo podía cumplir. Siempre voy con ellos a todas partes, soy una más del grupo y la idea es que esto vaya de generación  en generación.  Que los niños le enseñen a sus hijos no solo los conocimientos musicales y que se traspase”, subraya.

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