Agrupación folclórica Raíces de Mí Tierra consolida 24 años de trayectoria en Las Compañías
Por la entidad han pasado más de 200 bailarines que han cultivado el amor por la música y el baile nacional, labor que la Municipalidad de La Serena está destacando incorporándolos en su proyecto Somos Patrimonio.
Partió con el objetivo familiar de promover la música chilena entre sus integrantes y terminó convertida en una agrupación folclórica con más de 24 años de trayectoria y prestigio. De hecho, Raíces de Mí Tierra, nacida en el corazón de La Compañía Baja, se transformó en una de las agrupaciones más antiguas del sector y que la Municipalidad de La Serena está reconociendo por su aporte a las nuevas generaciones en su proyecto Somos Patrimonio.
Susana Gálvez Vergara es parte de las socias fundadoras y confiesa que partieron cuando como familia buscaron un lugar donde su hija aprendiera a bailar cueca, “y estuve en un grupo, pero duramos poco y se disolvió, ahí nos decidimos a formar una agrupación”, rememora.
Destaca que desde siempre le ha gustado el folclore, “solo se veía en septiembre, pero después me di cuenta que era todo el año”, sentencia.
Janet Santander igualmente es socia fundadora y con orgullo destaca que todos sus hijos han bailado en la institución. Su esposo había seguido la misma tradición, sin embargo, falleció. De hecho, en la gala del 7 de junio de 2024 en el Colegio Marista se le rindió un homenaje. “Él era muy alegre y bailarín. Todos mis hijos han estado en el grupo y ahora están mis nietos, va pasando de generación en generación. Hay mucha juventud bailando cueca y ocurre porque tenemos presentaciones en las plazas y distintas partes y los niños se entusiasman, uno los aleja de la calle y los vicios”, recalca.
EL SUEÑO DE LA SEDE PROPIA
Actualmente ensayan en una multicancha en calle Baquedano, pero admite que uno de los sueños es lograr contar con una sede propia, “ahora tenemos el comodato de una cancha, pero en tiempos de invierno, los niños sufren con el frío, entonces, la idea es surgir y tener nuestra sede y algo más abrigado”, enfatiza
Loreto Santander Astorga (21) ingresó a los 8 años y recuerda que llegó con un vestido prestado hasta que consiguió uno propio y así fue creciendo y fortaleciendo su personalidad, “era muy tímida y me daba vergüenza bailar con otras personas, pero después me fui soltando gracias a mi monitora y hoy en día soy una persona con mucha personalidad y fue gracias al grupo”, profundiza.
Por temas personales y profesionales anunció su retiro. Está cursando su última etapa de tecnología médica y su madre la instó a que se decidiera, “me dijo que las cosas no se podían hacer a medias, afortunadamente cuenta con un importante semillero y me alegra que sean tan motivados. Esto es como una familia”, enfatiza.
Loreto desmitifica que los jóvenes no se interesen por el baile nacional, “cada vez se están haciendo más actividades que llaman la atención a los jóvenes y eso motiva mucho, lo mismo que los campeonatos y se generan bailarines de alta calidad”, manifiesta.
Francisco Gálvez estudia ingeniería en minas, trabaja en sondaje y lleva 20 años en Raíces de Mí Terra. Coincide en la importancia de la enseñanza lograda y con la experiencia adquirida reconoce que le gustaría traspasar la enseñanza a los más pequeños y jóvenes, “para que bailen con nosotros al mismo nivel y mi sueño es seguir bailando”, así como también coincide que le gustaría contar con un lugar cómodo para ensayar, “hoy en día lo hacemos en una cancha al aire libre y a veces pasamos por frío, neblina, pero dentro de todo tenemos las ganas de surgir y nos apoyamos entre todos, somos una familia, porque la mayoría lleva bastante tiempo”, reitera.
Gabriela Alfaro ingresó al grupo luego que su marido quería aprender a bailar cueca, “ahí conocimos Raíces de Mí Tierra y eso fue hace 15 años, luego nacieron mis dos hijos dentro de la agrupación y es nuestra segunda familia”, precisa.
Concuerda que con el tiempo se terminaron enamorando del baile nacional “y todo lo que conlleva el folclor”. Incluso, sus hijos Jordan (14) y Eidan Abrigo (9) son campeones en sus respectivas categorías.
Su esposo, Fernando Abrigo fue invitado por Javier Gálvez para integrar la agrupación, “me gustaba mucho el folclor e ingresé para bailar cueca y ahora mis hijos son campeones, se preparan y les gusta, a la vez que es sano, el ambiente es bueno y somos todo familia. En estos 15 años también fui bailarín, pero ahora apoyo como socio a la nueva generación para que vayan por el buen camino, trabajo en equipo y disciplina”, explica.
SORTEANDO ETAPAS
Paola Urrutia es la monitora y quien dirige el cuerpo de baile de la institución. Lo integra desde los 8 años y lleva 18 dirigiendo, “fue un desafío para mí, porque tenía muchas personas a cargo y debía tener conocimiento de folclore y la cueca, logrando perfeccionarme”, rememora.
Incluso, el aprendizaje la llevó a estudiar pedagogía y actualmente hace clases en el colegio Christ School de Las Compañías, “el arte por enseñar partió en este cuerpo de baile y pasar de ser bailarina a monitora fue un paso muy importante en mi vida”, indicó.
Incluso, su pequeña hija ya incursiona en el baile, “somos una familia, donde hay primos, tíos y se ha transmitido de generación que es lo que nosotros buscamos. Nunca hemos bajado de los 35 bailarines y a lo largo de la historia del grupo han pasado muchos integrantes, más de 200 fácilmente (…) No dejamos fuera a nadie, acá no buscamos bailarines perfectos, tampoco una elite de bailarines, sino que buscamos a quienes quieren estar, lo hagan con gusto y, lo más importante, intentar formar nuevas generaciones y queremos seguir en lo mismo, el 2025 cumplimos 25 años e intentaremos llegar lo más lejos posible”, establece con orgullo.
Carlos Urrutia es el actual presidente de la agrupación y es padre de la monitora Paola Urrutia, “ella partió desde pequeña y posteriormente tomó la decisión de transformarse en monitora y es la gestora”, manifiesta.
La entidad cuenta con personalidad jurídica que les ha permitido obtener diferentes proyectos para adquirir principalmente vestimentas, “creo que somos la entidad más antigua de Las Compañías y sería hermoso tener nuestro propio espacio y techado (…) Uno va echando raíces en la agrupación y lo bueno es la formación, hay chicos que nacieron acá, crecieron y se formaron y eso es lo más maravilloso que ha ocurrido”, relata.