El apostolado de Adela Cortés en el Baile Turbante N 2 de La Compañía Baja

Con 38 años como jefa  de una de las agrupaciones religiosas más antiguas de Las Compañías, ha logrado demostrar que una mujer también puede desarrollar con talento y maestría una actividad que por décadas estuvo reservada para los hombres. Su historia forma parte del proyecto  financiado a través del Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social del Ministerio Secretaría General de Gobierno y el Consejo Regional de Coquimbo.

Adela Cortés Vergara lleva 38 años al mando del baile religioso Turbante N 2 de La Compañía Baja. Todo un  hito por haber alcanzado una meta que por décadas estaba reservado sólo para los hombres.  Se impuso a un machismo exacerbado que predomina en este tipo de agrupaciones y que vivió  en carne propia.

Su historia  forma parte del proyecto periodístico de periódico La Compañía, ‘Bailes Religiosos: La visibilización de la mujer en primera persona’ financiado por el Gobierno de Chile, a través del Fondo de Fomento de Los Medios de Comunicación Social 2024 y el Consejo Regional. 

“Cuando niña veía que yo no podía danzar en el baile Turbante y lo hacía  en el baile Mariano porque los integrantes eran muy cerrados, no permitían la presencia de las mujeres, costaba mucho y a mí costó, pero fui la pionera en insertar mujeres en el baile Turbante (…) Antiguamente se veía que el hombre era machista y la mujer servía en la agrupación, para tenerle preparado sus almuerzos y contar con ropa limpia, pero más que todo era por el tiempo, antiguamente primaba mucho el machismo”, nos declara.

Sin embargo, admite que con el tiempo se logró una mayor apertura, aunque aclara que en algunos casos, por disposiciones interna de algunos grupos, la presencia femenina aún está vedada.  No obstante,  resalta que en su caso logró ganarse la confianza de los jerarcas y obtener una oportunidad.  “Fui la pionera alrededor de 1980 cuando me integro, aunque me costó mucho porque los hombres que habían nos colocaron muchas reglas. Unas de ellas es que  siempre debíamos andar impecable, bien peinada y arregladas, a pesar que los estatutos no nos exigen eso”, enfatiza con pasión.

Pero, reconoce que transformarse en jefa no fue fácil. “Me costó, a los 14 años los jefes antiguos me empezaron a preparar para estar a cargo porque antiguamente así era, no cualquiera era jefe de un baile religioso. Aprender el respeto,  la fe y muchas cosas (…) Yo le gané al machismo, es cierto, fui una de las primeras que le gané al machismo, porque siempre traté de aprender mucho de ellos y un rato, también fui bien machista para mis cosas y ahí fui ganándome la confianza de mis jefes. Las personas antiguas eran muy cerradas, pero en votación me eligieron para ser la primera jefa mujer del baile Turbante, como que rompí los esquemas de ellos y En mi forma de trabajo hago entender  a los integrantes que a nosotros nos mueve la voluntad, la fe y el respeto”, aseveró.

PODER FEMENINO

Admite que actualmente el fenómeno se ha revertido después que cada vez más los bailes religiosos están compuesto por mujeres, “son más luchadoras, no es por desmerecer a los hombres, pero incentiva más a los integrantes, la mujer motiva, somos más convincentes con nuestra fe y eso ha llevado que existan muchas mujeres jefas de los bailes religiosos. La sociedad ha cambiado y nos ha permitido tener cargos que solamente estaban para los  hombres porque las mujeres somos capaces de cumplir el mismo rol que cumple el hombre”, puntualizó.

Sin embargo, cree que advierte difícil que una mujer llegue a transformarse en jefa de todos los bailes religiosos  de la Región  de Coquimbo, “no se visualiza que vaya existir una mujer cacique de los bailes religiosos. Una porque no se han cambiado los estatutos y  otra porque solamente los chinos tienen el derecho de ser caciques, entonces, una mujer cacique es difícil, además que en los chinos son muy pocas las mujeres que existen y para llegar a ser caciques uno tiene que tener como mínimo 20 años de trayectoria como jefe de baile religioso”, advierte.

·      Adela Cortés Vergara muestra la virgen que veneran en cada fiesta religiosa, “es tan lindo pertenecer a un baile religioso, donde bailamos por fe”

TESORO VIVO

El baile Turbante N 2  es toda una institución en La Compañía Baja. Una verdadera reliquia luego que fue fundado el 5 de febrero de 1875. “Es un baile de tradición y es el único que está activo en la actualidad y salimos  a profesar nuestra fe semana por medio  y puedo decir  que cuesta mantener un baile con estas características, pero nos mueve nuestra fe  luego que somos creyente en Dios y nuestra ‘chinita’  de Andacollo”, relata    Adela en su hogar  de calle Juan José  Latorre.

Fue fundado por la familia Lamas quien ancló en el territorio desde el sector del antiguo matadero de La Serena “inicialmente  tenían un cuadro (con la virgen de Andacollo) con el cual desarrollaron la primera procesión que hubo en el sector y después con el tiempo y por la fe que tenía la gente empezaron a juntar el dinero para comprar una imagen”, manifiesta.

Adela igualmente reconoce que  en el logro de las metas  sus padres fueron claves, “personas muy creyentes y luchadores por el baile, además, para que nos permitieran integrarlo, por eso que luego don Tomas tuvo esa confianza  para dejarle el baile a mi madre y padre”, rememora.

La procesión se continúa desarrollando el tercer domingo de noviembre, “porque la gente que no podía ir a la Fiesta de Andacollo le pedían que los ayudara en su trabajo y salud y le dejaban colgada en su traje  las peticiones  y  el jefe del baile que en ese tiempo era don Tomás Lamas recogía los petitorios los llevaba a Andacollo y se le entregaba al sacerdote para que fueran bendecidos”, rememora.

Con 150 años El  baile Turbante N 2  es una de las agrupaciones religiosas más antiguas de Las Compañías.

LA TRADICIÓN DE UN CLAN FAMILIAR

Como un gran porcentaje  de los bailes religiosos, su creación está vinculado  a clanes familiares, “mi madre, Nora Vergara junto con mi padre, Luis Cortés fueron los primeros  en vincularse porque el jefe era su padrino Tomás Lamas y al primero que puso con tres meses fue a mi hermano que aún sigue en el baile religioso con 62 años y  como él, todos mis hermanos han pertenecido  a la agrupación”, argumenta.

No oculta el orgullo que le provoca pertenecer a  esta agrupación, “porque nuestra fe es fuerte y confiamos mucho en Dios y la Virgen  que esto seguirá” y  asegura que la clave de la larga sobrevivencia  ha sido el respeto

Asegura que la clave  para la sobrevivencia ha sido el respeto de la vida personal de las personas, “nos reunimos para profesar nuestra fe y mantenerla viva”, exterioriza.

En la Fiesta Religiosa en el sector  de Vista Hermosa donde se le rindió homenaje a El Indio  Collo en  honor  a la virgen del Rosario de Andacollo el domingo 20 de octubre de 2024 Adela  desplegó su pasión  y devoción por esta expresión religiosa.  

  A pesar de la longevidad del grupo, admite que cuesta motivar a las nuevas generaciones a seguir con el ritual, “pero nosotros siempre tenemos fe y esperanza en que esto seguirá, en nuestro grupo también  vemos algunas pequeñas y esperamos que sea el futuro del baile Turbante el cual es el único que queda activo  ya con 150 años”, expresa.

 Tiene claro que la tradición  debe continuar. “Estamos preparando  a tres muchachos donde el mayor tiene 14 años que es mi sobrino, un niño de la familia Lamas y mi nieto. Ellos hoy en día son los que motivan a la gente. Ensayan, salen a todas las procesiones y los estamos preparando para dejar ese legado porque están  muy entusiasmado, a pesar de ser unos niños. Nos están enseñando”, sentenció.

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